Es importante que ya tengas considerado tu futuro económico, además de tener ahorrada una cantidad considerable cuando ya no puedas trabajar, tendrás que revisar con qué institución realizarás este trámite.
La Administradora de Fondos para el Retiro (AFORE), es un tipo de institución financiera especializada que realiza y administra inversiones a largo plazo por cuenta de los trabajadores afiliados al IMSS e ISSSTE, estos podrán retirar cuando lleguen a la edad o número de semanas trabajadas que marca la ley para poderse jubilar.
Para este tipo de trámites existen varias instituciones, a cada trabajador se le asigna una cuenta en la que se aportan las cantidades por ley se retienen de su salario para su jubilación a lo largo de su vida laboral.
Generalmente, como parte de las prestaciones a quien trabaje en una empresa que proporciona IMSS o ISSSTE, el patrón hace una contribución proporcional al sueldo. Además, el gobierno aporta también otra cantidad; cada quien puede poner dinero a través de aportaciones voluntarias.
El dinero reunido en la AFORE se invierte para generar rendimiento, procurando aumentar el valor de las inversiones para que el saldo total al momento del retiro sea mayor.
Entre las ventajas de la AFORE son que al empezar es algo que tiene por ley si trabajas en una empresa, además de que protege y garantiza que se tendrá algún sustento en una etapa más vulnerable de nuestras vidas. Si no se trabaja en una empresa, este servicio puede crear una cuenta, sin embargo, esta no recibirá aportaciones del patrón.
Por su parte una ventaja del seguro es que ofrece rendimiento más alto que la del Afore, se puede cotizar en diferentes monedas, como en dólares o UDIs, esta última no es una moneda, sino una unidad de medida que va indexada a la inflación, es decir, el dinero no perderá valor con respecto a la inflación.
En el caso de que sea en dólares, si el peso baja considerablemente ante el dólar, se tendrá que pagar mucho más de lo que se había planeado. Sin embargo, las aseguradoras sí te pueden garantizar que tu dinero crezca mientras lo ahorras.
Lo más recomendable, si puedes, es tener las dos. Una, porque es una prestación a la que tienes derecho como trabajador empleado formalmente, y la otra como una previsión adicional que tú tomas.