Según cifras del Servicio de Administración Tributaria (SAT), al cierre de mayo de 2018 el padrón de contribuyentes se conformó por 67 millones 23 mil contribuyentes, 28 millones 549 mil más que al iniciar el sexenio que está por terminar.
Sin embargo, 12 millones 936 mil de los nuevos contribuyentes están registrados como sin obligaciones fiscales. El problema con esto es que, aunque aumente el número de contribuyentes, con la base tributaria no está pasando lo mismo.
Los contribuyentes sin obligaciones son personas físicas sin actividad económica, por lo que no están obligados a presentar declaraciones o a expedir comprobantes fiscales.
Este aumento de los contribuyentes sin obligaciones fiscales se debe fundamentalmente a la Reforma Fiscal, que exige que todos los contribuyentes que obtengan una cuenta bancaria tengan RFC y faculta a terceros a dar de alta a otros contribuyentes. Además, gracias a la Ley Antilavado, para adquirir un automóvil necesitas estar inscrito en el RFC.
Entonces, ¿qué tendría que hacer el SAT para recaudar más?
Si bien la implementación de la Reforma Hacendaria ha rendido sus frutos, según proyecciones de la SHCP, está por alcanzar su madurez; esto es, los ingresos tributarios acabarán por estancarse aproximadamente en el mismo porcentaje del PIB en que están actualmente.
Si no se suben impuesto ni se crean nuevos, una opción para recaudar más es aumentar la base de contribuyentes. Otra opción es, como cabría esperar con el próximo secretario de Hacienda, incrementar la eficiencia recaudatoria.
Como puede verse, el aumento en el número de contribuyentes sin obligaciones no es de ayuda para alcanzar las metas recaudatorias.