Entre los principales socios comerciales de EE UU el año pasado fueron Canadá, México y China, sus volúmenes de facturación combinados doblan a los del gigante continente asiático.
La guerra comercial desatada por Donald Trump ha retrasado en varias ocasiones el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con sus vecinos, e incluso se ha mencionado la posibilidad de sustituirlo por tratados bilaterales de menor entidad.
Hay todavía varias naciones que dependen enormemente del mercado estadounidense.
En el hemisferio, la nación más dependiente de EE.UU. para sus exportaciones es Haití, que vende 83% de su producción a ese país, según datos del Observatory of Economic Complexity (OEC) del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por su sigla en inglés).
No es mucha sorpresa que las dos naciones que le sigan son México y Canadá, con 82% y 81% de sus ventas a Estados Unidos.
Los integrantes del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por su sigla en inglés) han rediseñado su economía para satisfacer ese mercado compartido.
Y por eso, para Canadá y particularmente para México, las amenazas de Trump de cancelar el NAFTA se sienten con especial preocupación.